viernes, 20 de septiembre de 2013

Liderazgo y Contribución

Hola, el tema que me motiva hoy es hablar de la relación entre liderazgo y contribución o dicho de otra forma la pregunta es ¿Qué contribución se espera del líder en una organización? O en términos más amplios ¿Qué contribución espera del líder cada Grupo de Interés (Stakeholders) con los que interactúa?

 A objeto de tener la perspectiva más amplia posible, pensaremos en el liderazgo del Gerente General de una empresa con fines de lucro. Sin duda que él es el principal responsable de que cada Grupo de Interés (clientes, proveedores, comunidades, accionistas, trabajadores, etc.) obtenga la Contribución que válidamente esperan de su relación con la empresa y que a su vez estos aporten la Retribución que la empresa necesita para ser exitosa. En síntesis el Gerente General es el responsable último de que suceda todo lo planteado en el Modelo de Contribución.
Para esto, su principal competencia debe ser escuchar a los Grupos de Interés y alinear la gestión de la empresa con las expectativas válidas de cada uno de ellos.

Pero aunque tengamos trabajadores o contribuyentes contentos por lo que reciben de la empresa, el Modelo de Contribución no habla de cómo liderarlos o de cómo trabajar con ellos desde el rol de ser el jefe. Considérese que los contribuyentes además de constituir un Grupo de Interés, son también parte de la empresa y deben ser bien administrados para que la Contribución se pueda generar y llegar a  todos los Grupos de Interés.  Cabe entonces reflexionar acerca de cómo liderar al equipo que conforman los contribuyentes o integrantes de la empresa.
 
En primer lugar hay que hacer una distinción entre un jefe líder y un jefe no líder. Nos servirá decir que la definición más natural de líder es “el que guía”, pero a mi juicio no basta porque un jefe no líder también guía puesto que si no lo hiciera sería rápidamente removido. Se concluye entonces  que la frase “el que guía” es necesaria pero no es suficiente para definir a un líder. Para descubrir lo que le falta pensemos en qué, además de guiar, tienen aquellas personas que podemos llamar líderes y por ende de que carecen aquellos que no. La respuesta es bien sencilla y es que los líderes guían de una manera atractiva, en cambios los no líderes guían de maneras no atractivas. Maneras atractivas son el carisma, la empatía, la valentía (en el caso de un ejército), audacia (en el mundo de los negocios), etc. Maneras no atractivas son el uso de la autoridad, la presión, el temor, etc.

En síntesis el jefe líder es aquel que “guía por fuerzas de atracción” en cambio el jefe no líder “guía por fuerzas de sujeción”. Si el jefe fuera la máquina de un tren y su equipo los carros, el líder lleva sus carros enganchados a través de un imán (atracción) en cambio el no líder los lleva enganchados a través de una muela o gancho (sujeción). Lo interesante del liderazgo visto de esta manera es que el líder genera y por lo tanto cuenta con el compromiso de su gente (quiero hacerlo, tenga o no tenga que hacerlo), en cambio el no líder meramente con la responsabilidad de su gente (debo hacerlo, quiera o no quiera). La gente comprometida da siempre lo mejor de sí con lo que se logran grandes resultados, en cambo la gente meramente responsable produce lo justo y de ahí el gran valor económico o contribución de un líder en una organización.
 
 
La influencia de un jefe líder es mucho más amplia porque la gente comprometida no requiere tanta supervisión y control como la gente meramente responsable. Además el influjo de la atracción atrae talento, en cambio el influjo de la no atracción aleja el talento, es decir los líderes siempre atraen buena gente y los no líderes la alejan. 
En resumen el liderazgo verdadero (porque ahora todo el mundo se dice líder) genera una tremenda contribución a la empresa, puesto que obtiene lo mejor de la gente y eso mejor se transforma siempre en contribución hacia todos los Grupos de Interés. El desafío para todo jefe  es entonces es cómo me hago atractivo para mi gente, ganándose así el derecho de llamarse líder.